viernes, 21 de enero de 2011
Fragmento de "Las sonrisas de agnóstico".
[...] El agnóstico hablaba fuerte, pero su voz nunca llegó a tener la inflexión de un grito. A pesar de eso destilaba furia. La gente se daba cuenta. Aún los que seguían llorando, lo hacían casi en silencio: no se atrevían a interrumpirle. ―Los seguidores de este hombre deliran a causa de las supercherías de los pobladores de dicha aldea; según ellos el condenado no dijo ni una palabra cuando se dictó su sentencia, tampoco manifestó ningún signo de arrepentimiento o miedo (este simple hecho les hace suponer que el homicidio tenía razones justificadas, que escapan de nuestra humana comprensión, y de alguna manera lo relacionan con una purificación divina)… A la hora de su muerte el culpable se acomodó tranquilamente en el lugar señalado y cerró los ojos. El cuerpo simplemente se convulsionó un instante para luego desplomarse chorreando sangre a presión; la cabeza rodó unos pocos metros. Al momento que el verdugo se acercó a recogerla todos los presentes notaron el vértigo que estremeció su corpachón enmascarado. El verdugo dio unos alaridos de terror y cayó al suelo con el semblante desencajado; otro sujeto se aproximó y vio, también con miedo, que la cabeza del decapitado hablaba. Éste aseguró por mucho tiempo haber escuchado claramente que la cabeza le dijo: “Te puedo ver a ti, a mí, y cada centímetro que hay entre los dos”, después se quedó inmóvil [...]
lunes, 17 de enero de 2011
Fragmento de "La violación"
[...] primero vimos una pierna sobresaliendo de entre el monte, debido a la tonta curiosidad que nos invadió nos acercamos a husmear. Lentamente se nos fue mostrando el cadáver desnudo de una mujer, me pareció que tendría alrededor de 30 años o al menos eso recuerdo, tal vez era más joven. Era la primera vez que veía a una mujer desnuda tan de cerca, por eso pasé rápidamente del extremo miedo a una sensación rara, de excitación. Me quedé inmóvil.
Roque al igual que yo estaba paralizado; yo lo veía simultáneamente a él y a la mujer, después dejé de verlo a él para fijar mi atención en aquel hermoso, y muerto, cuerpo femenino. Empecé a enfocar las pequeñas venas azules en sus pálidas piernas; su vello púbico que tanto llamó mi atención; sus senos grandes; su cara con horrible expresión; sus ojos, que uno estaba cerrado y el otro fijo en un punto perdido en el espacio [...]
miércoles, 12 de enero de 2011
Fragmento de "No es 2010"
[...]En un principio la iglesia, las religiones parecieron burlarse de la ciencia, pero las generaciones con fe ya murieron. Esos fueron nuestro padres. Nosotros nos quedamos a la deriva tratando de revolucionar el mundo. Primero legalizando las drogas, el aborto, tantos tabúes rotos. Derrocamos las instituciones y creamos nuevas, convencimos a los más jóvenes con la esperanza de un mundo sin lo que llamaban "moral", para fundar nuevos criterios que sabíamos, en algunos años serían superados[...]
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